El Arte de la Pausa Serena
No es detener la vida, sino darle un respiro, no es rendirse al tiempo, sino acoger su giro. No es ir corriendo en vano, sin meta ni razón, es hallar la pausa activa, que nutre el corazón. La vida apremia, sí, con su ritmo febril, pero en cada instante, hay un espacio sutil. Un café que se saborea, una mirada al sol, un respiro profundo, que ahuyenta el control. Saber esperar es un don, una virtud callada, no es inmovilidad, sino espera anhelada. Esperar que germine la semilla plantada, esperar que florezca la promesa soñada. Es dejar que el tiempo obre, con su magia sutil, transformando la espera en un momento gentil. No es perder la batalla, es ganar la paciencia, es confiar en el proceso, con fe y con conciencia. Y los recuerdos, ah, tesoros del ayer, no son anclas que atan, sino lecciones de ser. Podemos transformarlos, con la luz del presente, en fuerza que nos impulsa, en un amor latente. Un recuerdo doloroso, puede ser un maestro, una herida pasada, un camino honesto. Si los vem...