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Mostrando las entradas de octubre, 2025

Verde Espejo

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En tus ojos verdes, un mundo se asoma,   reflejos de sueños que la luz transforma.   Eres un ruso con alma de artista,   capturando la vida, cada instante conquista. Con tu cámara en mano el tiempo se detiene  cada rayo de sol, cada sombra que viene.   En el 2024, el destino nos cruso,   y en cada recuerdo, sigues latiendo. Aunque la distancia nos quiera separar en mi mente y corazón siempre vas a estar.   Te miro y te siento, aunque estés lejos en cada fotografía, en cada destello. No te pido que me esperes pero si espero volver a verte y si eso no sucede, desde el cora espero verte y que seas feliz. Dra. Alice Arce Aguilera Así que sigue creando, no dejes de brillar,   que tus ojos verdes son luz en el mar.   Y si alguna vez, el camino se cruza,   recordaré tu arte, tu esencia que me usa.

La Arquitecta del Mañana, una verdadera lidereaza sin dudar

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Ella no alza el puño, alza la raíz.  Su liderazgo no es rayo, es matriz.  No se impone por trueno ni por prisa, sino por la paciente y firmeza en su andar y en sus acciones. De quien sabe que la piedra cede al agua y que el tiempo es aliado de quien fragua. Su mesa no es solo un mapa de conquistas; sino un círculo donde existen vistas más allá de la meta individual: La visión es comunal, el bien social.  Sabe del arte de nombrar la herida y usar la empatía como medida para forjar lealtades que no rompen, porque de la fragilidad se componen.   Lleva el peso, sí, pero lo reparte y encuentra en el cuidado noble arte.  Donde el viejo poder usó la espada, ella emplea la red bien tejida y anudada por su gran audeza, perspicacia y sagacidad.  Su estrategia es escucha, su voz clara, aceptando el error la enseñanza amarga. En el silencio donde la duda crece, ella planta certeza que florece.  Y aunque la soledad aún la persigue, sabe que en cada paso, un m...

Mujer sin etiquetas

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No lleva corona,  pero reina, con mirada firme y alma llena.  No pide permiso al viento,  ella misma es tormenta y vuelo lento. Camina con fuego en los pasos,  con la pasión tatuada en los brazos.  No teme ser intensa, su verdad no se condensa. No se disfraza de lo esperado,  rompe moldes, crea legado.  Auténtica como el sol al alba,  su voz no tiembla, su luz no acaba. Lidera sin gritar,  pero su eco resuena en cada rincón seco.  Empodera con cada gesto,  no por poder, sino por respeto. No es musa, ni sombra,  ni adorno, es fuerza, es raíz, es entorno.  Sin etiquetas, sin permiso,  vive su vida como un hechizo. Alice Arce Aguilera

Ecos de la Empatía

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En un mundo ruidoso donde todos van corriendo las voces se ahogan, los corazones, sufriendo.   Vemos el dolor ajeno pero miramos a un lado  la empatía se oculta en un rincón olvidado. Criticamos sin tregua sin entender el trasfondo ignoramos las lágrimas, el sufrimiento profundo.   Pero cuando la tormenta golpea nuestra puerta buscamos consuelo que el alma se despierta. “¿Dónde están los brazos que me abracen hoy?”   preguntamos en silencio en medio del despojo.   Es irónico que al dar, también se recibe la empatía florece cuando el amor se decide. Así que abramos los ojos, practiquemos la unión un gesto sincero puede sanar el corazón.   Porque al final del camino lo que importa es sentir que en la falta de empatía, aprendamos a construir. Dra. Alice Arce Aguilera

Amor sin Trofeo

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  Que llegue ese amor que lo cambie todo la fuerza que espera sin sombra o disfraz. Que me ame, no a medias no un breve acomodo sino con la entrega que no tuvo jamás. Que no sea una pieza de ego o de adorno, que no venga a mí buscando un trofeo, que entienda mi alma más allá del contorno y que vea en el amar su único deseo. Que no intente engañarme, ni use la prisa, que se atreva a quedarse sin miedo a fallar. Que borre la idea de ser una divisa, un simple interés que se pueda canjear. Ya no busco un fuego que sea tan solo aire, ni un amor barato que piense en sí mismo. Yo pido la calma, que al fin pueda hallarme, sin caer de nuevo en el mismo abismo. Un amor que se atreva a mostrarse desnudo, sin miedo a la herida, con gesto frontal, la mano que guía, con paso rotundo, y que en la lealtad encuentra su cal. Y así, en esa luz que mi alma no miente, que mi corazón se derrita en tu ser, enamorado, total, de forma incipiente, como creo que nunca, jamás, pude hacer. Un amor para siempr...

La Doble Moral del Siglo

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En un mundo que avanza, con pasos de prisa las máscaras brillan ocultan la risa.   Con un dedo señalamos juzgando sin piedad mientras en sombras guardamos nuestra verdad. Predicamos amor pero sembramos rencor,   en redes de juicios perdemos el fervor.   Decimos ser libres, pero atamos al corazón en la danza de normas olvidamos la razón. Sonrisas en público, secretos en casa la doble moral es una sutil amenaza.   Aplaudimos el cambio pero tememos el hoy en una lucha interna el alma se desoy. Despertar es un reto un viaje sin fin romper con las cadenas dejar el confín.   Así que abramos los ojos, seamos sinceros   en la lucha por ser seamos verdaderos.  En este siglo incierto el amor es la clave,   rompamos las barreras dejemos el ave.   Que la verdad nos guíe que la luz nos ilumine solo así en unidad, la humanidad se define. Dra. Alice Arce Aguilera

La Carga Invisible

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Cuando el coeficiente brilla, la luz deslumbra la presión social pesa, su juicio no sucumbra.   Te ven como un faro, un modelo a seguir,   pero detrás de la sonrisa, hay un alma por sentir. La excelencia es un peso, un estándar que abruma cada error se magnifica cada tropiezo una pluma.   No ven las noches largas, ni el cansancio profundo  solo el reflejo perfecto de un mundo rotundo. Eres humana, con sueños y miedos,   aunque resplandezcas, también sientes enredos.   La presión no comprende que incluso en tu altura,   hay días de sombra hay momentos de locura. Así que respira, y recuerda tu esencia más allá de los números hay una experiencia.   Tu valor no se mide en logros o aciertos sino en la fortaleza de ser tú en tus desiertos.  No dejes que el juicio te robe la calma en la vulnerabilidad también hay un alma.   Eres un ser completo con luz y con sombra,   y en tu humanidad la verdad...

Entre Sombras y Luz

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En un mundo veloz donde todo es ruido la ansiedad nos abraza, se siente el desatino.   Las miradas juzgan, los estándares pesan,   en un mar de filtros, la verdad se expresa. Las redes brillan, pero ocultan la herida,   en la búsqueda constante, se pierde la vida.   El reloj no se detiene, el pulso se acelera,   y en la multitud grita una voz sincera. Pero en medio de sombras, la esperanza florece,   un destello de luz que en el alma se mece.   Respira profundo, siente tu latido,   cada paso es un triunfo, no hay camino perdido. La fortaleza nace desde adentro,   en la aceptación, en el amor sincero.   Eres más que etiquetas, más que un perfil,   una historia valiosa, un espíritu sutil. Así que alza la mirada, suelta el temor,   abraza tu esencia, enciende tu interior.   En este siglo incierto, recuerda que eres,   un faro de luz, donde la vida se q...

Código Secreto del segundo piso

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La puerta metálica abre su compás y ahí estás tú entre el gris del traje y una carpeta llena de papeleos. Y de pronto este cubo de espejos y luz fría deja de ser ascensor de banco para volverse la ópera de mi día.   Un amor a primera vista, sin aviso. No es la oficina, ni el café, ni la calle; fue la planta baja, subiendo al segundo piso. Un flechazo entre la urgencia de un depósito y la música incómoda que suena. Un microclima, un secreto, un tic-tac de emergencia.   Yo pienso en tasas, en plazos, en el débito; tú ajustas tu corbata, revisando el reloj. Y en ese medio metro que nos separa, mi mente olvida el Costo Financiero Total y solo calcula el tiempo que te vas a quedar a mi lado.   Dos segundos, dos pisos. Una vida entera. Cuando dices "permiso" con esa voz calmada y sales a cumplir tu día de adulto, dejas flotando algo en el aire: la prueba de que la vida, incluso en el banco, tiene derecho a un poco de poesía ...

El chico del ascensor

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Un año ha pasado desde aquel encuentro,   un instante fugaz un mágico momento.   El ascensor subía y en su suave andar descubrí en tu mirada un mundo sin parar. Fueron dos viajes contigo y con ello un susurro de vida donde el tiempo se detiene y el alma se anida.   Tu risa se volvio mi faro tu voz mi canción,   en ese pequeño espacio floreció mi corazón. Eres mi inspiración, un sueño constante,   un rayo de luz en este mundo distante.   Con cada palabra, con cada sonrisa,   me enseñas que el amor es pura brisa, que solo basta con sentir para poder existir. Así que chico del ascensor, escucha mi voz porque ya han sido un año que te escribo sin que sepas y con ello he hallado mi voz.   Eres el latido que me hace soñar,   mi inspiración, mi razón de querer volver a amar. Dra. Alice Arce Aguilera