Susurros del Cielo
Cuando el sol se despide en un abrazo dorado,
el cielo se viste de fuego y de encanto.
Los tonos se mezclan, un festín visual,
un atardecer eterno, un momento celestial.
Las nubes se tiñen de carmesí y de rosa,
susurran historias que el viento acosa.
Cada rayo que se apaga es un beso fugaz,
un eco de sueños que el día deja atrás.
Y en el norte, donde la noche es profunda,
las auroras despiertan, un baile en la lunda.
Verde y púrpura brillan en la oscuridad,
un lienzo vibrante que invita a soñar.
Las luces danzan al ritmo del frío,
como susurros del cielo que llenan de brío.
Son cortinas de magia que envuelven el ser,
un regalo divino que nos hace renacer.
Los amantes del ocaso y del alba brillante,
saben que en cada instante hay algo fascinante.
En los colores del cielo encuentran su voz,
un reflejo del alma que canta en su adiós.
Así celebramos la belleza sin fin,
de atardeceres cálidos y auroras al rededor.
En cada mirada al horizonte estrellado,
hallamos la vida en su arte sagrado.
Dra. Alice Arce Aguilera

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