La Máquina del Tiempo






En un rincón del sueño, un destello de metal,  
se alza la máquina del tiempo, un misterio sin igual.  
Con engranajes que giran y luces que titilan,  
promete llevarme a donde los recuerdos brillan.

Un giro de la manivela, el pasado se despliega,  
las risas de la infancia en susurros se despliegan.  
Veo mis días dorados, las travesuras sin fin,  
los abrazos de mis seres queridos, el amor en su esplendor sutil.

Un nuevo giro me lleva a momentos perdidos,  
a amores que florecieron y sueños compartidos.  
Revivo cada mirada, cada palabra sincera,  
la magia de aquellos instantes que el alma desespera.

Pero la máquina avanza y el futuro se asoma,  
un horizonte incierto donde el tiempo se desploma.  
Veo visiones brillantes de lo que podría ser,  
nuevas aventuras y caminos por recorrer.

Sin embargo, sé que el tiempo es un río veloz,  
que no se detiene ni por un instante atroz.  
Así que abrazo cada viaje con gratitud en mi pecho,  
porque cada momento vivido es un tesoro hecho.

La máquina del tiempo no puede cambiar lo vivido,  
pero guarda en su esencia lo que ha sido querido.  
Así viajo entre épocas con el corazón abierto,  
celebrando cada instante como un regalo cubierto.

Y aunque nunca podré detener su incesante andar,  
la magia del presente siempre me hará soñar.  
Porque en cada latido hay una historia por contar,  
y en cada segundo vivido, la vida es un arte de amar.


Dra. Alice Arce Aguilera

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