Amor en la Travesía de los 30
En el ocaso de la juventud dorada,
donde el tiempo acaricia con su mano sabia,
el amor resurge, con fuerza renovada,
como un río que fluye, una danza encantada.
Ya no son promesas dibujadas en sueños,
sino miradas profundas, llenas de empeños.
Las risas compartidas llevan mil relatos,
y en cada arruga se esconden los pactos.
Conocemos el fuego, también el desvelo,
las noches de dudas y el brillo del cielo.
No hay prisa por llegar a destinos lejanos,
sabemos que el amor se construye en las manos.
Los abrazos son cálidos, llenos de historia,
cada susurro guarda su propia memoria.
El amor después de 30 es un viaje sincero,
una danza serena entre lo dulce y lo feroz.
Las inseguridades se han vuelto compañeras,
pero juntos navegamos las aguas certeras.
En este nuevo capítulo, tan lleno de vida,
el amor se transforma y nunca se olvida.
Así que brindemos por los años vividos,
por cada paso firme y por los sueños perdidos.
El amor es un vino que mejora con el tiempo,
y en esta travesía, encontramos nuestro aliento.
Dra. Alice Arce Aguilera

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