Notas de un Amor Inolvidable

En una pequeña ciudad vibrante de música y colores, donde cada rincón parecía tener su propia melodía, vivía Clara, una talentosa cantante con una voz que podía hacer temblar el alma. Desde pequeña, soñaba con llenar teatros y tocar los corazones de quienes la escuchaban. Su pasión por la música la llevó a formar parte de una banda local, donde conoció a Julián, un requintista con manos mágicas que danzaban sobre las cuerdas de su guitarra.

Desde el primer ensayo juntos, Clara sintió una conexión especial con Julián. Su forma de tocar era hipnotizante; cada acorde que salía de su guitarra parecía hablarle directamente al corazón. Con el tiempo, sus miradas se cruzaban más frecuentemente y las sonrisas cómplices se convertían en algo más profundo. La química entre ellos era innegable, pero ambos eran reacios a dar ese paso hacia lo desconocido.

Las noches en el escenario eran electrizantes. Clara brillaba bajo las luces mientras Julián la acompañaba con melodías que complementaban su voz. Su música resonaba en cada rincón del bar lleno de gente, pero entre las notas también había un silencio que hablaba de lo que no se atrevían a expresar. 

Un día, mientras caminaban por las calles iluminadas por la luna después de un concierto exitoso, Julián finalmente reunió el valor para confesar lo que sentía. Le dijo a Clara que la admiraba no solo como artista, sino como persona; que su risa iluminaba sus días y su voz lo transportaba a otro mundo. Clara sintió cómo su corazón latía con fuerza al escuchar sus palabras, pero el miedo a arruinar su amistad la hizo dudar.

Decidieron seguir siendo amigos y continuar haciendo música juntos, pero la tensión entre ellos creció con cada ensayo. Las miradas se volvieron más intensas y las sonrisas más cargadas de significado. Sin embargo, el miedo a perder lo que ya tenían los mantenía separados.

Desafortunadamente, poco después llegó una oportunidad inesperada para Julián: una oferta para unirse a una banda famosa en otra ciudad. Clara sintió cómo su mundo se desmoronaba al saber que se iría. La noche antes de su partida, decidieron hacer un último ensayo juntos. El ambiente estaba lleno de emociones no expresadas mientras tocaban una canción que habían escrito juntos.

Al finalizar la canción, Clara tomó aire y se armó de valor. Con lágrimas en los ojos, le confesó a Julián todo lo que había sentido por él durante ese tiempo: su amor por él era verdadero y profundo. Pero antes de que pudiera terminar, él la interrumpió con un suave beso. En ese momento todo tuvo sentido; el amor estaba ahí, pero las circunstancias no les permitían estar juntos.

Julián partió al día siguiente y Clara quedó con el eco de aquel beso en sus labios y un vacío en su corazón. A pesar de los años que pasaron desde entonces y las nuevas experiencias en su vida musical, nunca pudo olvidar a Julián ni las noches compartidas llenas de risas y melodías.

Reflexión:

A veces los amores no pueden ser porque simplemente llegan en el momento equivocado o porque la vida nos lleva por caminos diferentes. Pero esos momentos compartidos siempre quedarán grabados en nuestra memoria como notas en una canción eterna.

Mensaje:

Clara aprendió a seguir adelante con su música y sus sueños, llevando consigo el recuerdo dulce y doloroso de aquel amor que nunca pudo ser. Y aunque Julián ya no estaba en el País, habia emigrado a otro país, donde volvio a enamorarse, formar una familia y tener sus hijos, siempre viviría en cada nota y cada acorde que ella jamas dejo de cantarla.

Dra.Alice Arce Aguilera